Acerca de Galeón Producciones

¿Quiénes Somos?

Un matrimonio cristiano integrado por dos personas que toda su vida se dedicaron a los medios de comunicación, al servicio de Dios y de su Iglesia y al trabajo con la juventud para colaborar en que pudieran recibir una buena formación católica con principios sólidos que los ayudara a defenderse de los vendavales de la vida.

Unimos nuestros conocimientos, nuestra experiencia y nuestros esfuerzos creativos teniendo como meta única y principal poder amar y servir a Dios y al prójimo de la mejor manera posible.

No pudiendo tener hijos, dijimos con los hechos: “¡Hagamos en forma correcta y entusiasta por los hijos de los demás, lo que hubiéramos querido hacer por los nuestros para el bien de la juventud que tanto lo necesita para su verdadera y sólida formación para que encuentren un camino seguro con su mirada puesta en Dios, de la mano de María, que sepan elegir una compañía para su vida que formen hogares sólidos y seguros, felices, donde se alabe y se sirva a Dios, y por eso surgieron ‘Somos Novios’ y otras obras nuestras que fueron producto de años de trabajo y de años de experiencia en el trabajo con la juventud”.

Entre otras iniciativas apostólicas en función del uso de los medios de comunicación social, el fundador de Galeón, el Profesor Manuel Schiavoni, fundó Cosal (Comunicaciones Salesianas), Instituto que desde más de 40 años entrega anualmente a la comunidad grupos de egresados con el título habilitante nacional de locutores profesionales para Radio y TV.
La garantía de la ortodoxia en la aplicación de los Medios de Comunicación Social, en Galeón, está asegurada por Mons. Roque M. Puyelli, Asesor Eclesiástico de la Institución.

Estando ahora en la tercera etapa de nuestra vida, haciendo un balance sereno y justo de nuestras humildes semillas sembradas, podemos decir, que sin poder contar nunca con un apoyo importante de nadie, ni de ninguna Institución fuerte, estamos haciendo humildemente todo lo que hemos podido, con todo el entusiasmo que el Señor nos dio.
Siempre hemos estado al servicio de las Parroquias, Escuelas y personas. Si cobramos nuestro material y los costos de envío es porque es la única forma de poder, salvados en parte los gastos, sobrevivir, en la causa.

Todavía queda mucho por hacer. El avance de la tecnología lo ha modificado todo y nos obliga a tener que presentarnos y actuar de otra manera, para poder llegar y ser eficientes.
¿Nos estará dando el Señor todavía la posibilidad de seguir aportando nuestro humilde granito de arena para su causa? ¿Para la juventud…? Parecería que sí. Porque a juzgar por la salud estamos ambos superando frecuentes y graves problemas en forma desconcertante.

Nos sentimos plenamente en las manos del Señor, nuestro Creador, único dueño y nuestro Padre maravilloso que estrechándonos entre sus brazos nos hace sentir felices y disfrutar de las delicias de su amor aunque nos estemos cayendo físicamente progresivamente y con frecuencia. Las alegrías que proporciona el trato íntimo de nuestra alma con el Señor son cosas que no hay plata en el mundo que las pueda comprar, ni placeres con los que se pudieran comparar, porque Dios nos creó para Él y somos plenamente suyos. Quien a Dios tiene nada le falta, así decía quien lo había experimentado.
Solos, ya no podemos seguir, Dios nos daría su ayuda en el camino final.
Así lo sentimos, porque el que podamos ahora editar un nuevo catálogo con nuevos títulos, y poder acceder a una página Web así nos hace sentir. No se ama lo que no se conoce; y puede ser que nuestro intrépido “Galeoncito” siga navegando algún día aunque nosotros ya no estemos, que siga sembrando, por el placer de sembrar sin ninguna pretensión de recoger. Eso, lo dispone la Providencia de Dios únicamente, la acción de su Gracia, y Él sabe lo que hace y cual es su voluntad, ¡pero qué lindo sería… es como soñar…!

No es presuntuosidad desmedida, es una ilusión legítima.¿A qué dueño de una obra no le gusta pensar que pudiera perdurar más allá de su vida terrena?.
Dejemos de soñar con una sonrisa y recemos para que Dios haga su voluntad y digamos gracias Señor por habernos permitido cumplirla fielmente. Si fuera de tu agrado, que vayan obreros a su míes, y que el “Galeoncito” pueda seguir navegando a tu santo servicio y conquistando almas, en escuelas, en Parroquias donde sea, cómo y con quién sea. Eso es todo.